Entre los 6 y 7 años ya poseen una orientación espacial, así que ya puedes iniciarles en la práctica de la gimnasia rítmica de forma progresiva. A los 7 años están aptos para recibir clases y mejorar su coordinación de piernas, tronco y brazos.

¿Cómo va a cambiarle la vida a mi hijo?

La gimnasia rítmica ayudará a tu hijo a mejorar su coordinación mediante movimientos rítmicos, trabajando la elasticidad del cuerpo y aumentando la fuerza muscular. De esta manera, tu hijo ganará confianza, autoestima y diversión. De lo que ellos no se darán cuenta es que también mejorarán su equilibrio corporal y corregirán malas posturas que tienen a lo largo del día.

Asimismo, la gimnasia rítmica ayudará a la hora de preparar sus exámenes o deberes para el colegio, ya que el deporte mejora la concentración. Un punto punto muy interesante en el que no siempre pensamos al hablar de deporte, ¿verdad?
Por otra parte, gracias a la gimnasia rítmica tu hijo comprenderá mejor el sentido del compañerismo y el respeto que hay que tener el uno por el otro. Ya sabes que la socialización de tu hijo es muy importante para que esté preparado en un futuro para afrontar diversos problemas.